Capítulo 54
Ibiza
Al entrar en la oficina todo rastro de discusión se detuvo y Alejandro solo fijo sus ojos en mí. Dejándome ver en ellos demasiada preocupación, también algo de miedo y mucha tristeza. Tal vez debí sentirme incómoda por todo eso que vi en ellos, pero la verdad no es así. Siento que en el fondo lo entiendo y todo porque estuvo con esta mujer que no lo amó y al final de la historia el depósito su confianza y un cariño muy grande en sus manos que no supo cuidar. Sin embargo, yo no pienso hacer lo mismo que esa mujer y le demostraré a Alejandro día y noche hay que confiar en el amor si es posible.
– ¿Alejandro quien demonios se cree esta mujer para entrar así en tu oficina? – pregunto ella en ese tono chillón que me estaba sacando de mis casillas desde hace rato.
Ignorando su pregunta camino directo hasta donde se encuentra Alejandro, para ponerme justo a su lado y dejarle ver que yo estoy con él en este momento tan difícil por el que está pasando. No voy a dejar que se