Robert y Johana llegaron directo a La Madonna, ya Dante había ordenado tener todo listo para una gran comida y estaban preparando una gran olla con sancocho de gallina y carne de res, también prepararían cachapas y carne en vara.
Mariana y sus primos junto a David y Merci, hijos de Elena, corrían por la hacienda perseguidos por los perros incluyendo a Bandido.
—Ese perro sabe cuando a La Madonna llegará gente, es increible —les decía Socorro—, ahora los niños salieron a jugar y él llegó, más tarde todos lo dejaran como caimán patas arriba, bien lleno de comida y durmiendo.
Johana y Robert se echaron a reír.
—¡Mamá, papá!... —gritó Mariana al verlos y corr