PRESENTACIÓN LINDA GERYLIS

LINDA GERILYS ALMODÓVAR

Me llamo Linda Gerilys Almodóvar y me dedico a la docencia. Trabajo en educación inicial y tengo 28 años. Mi cabello es negro, lacio y mis ojos marrones tan oscuros que parecen negros.

Soy delgada pero no hago ejercicio, mis tiempos no me lo permiten. Mido 1.72, tengo curvas totalmente naturales. Varias compañeras de trabajo han pasado por el cirujano para hacerse alguna cosita pero a mí me causa terror ese tipo de procedimientos, por lo cual me niego a ir.

Profesionalmente me va muy bien, tengo mi propio dinero trabajando de lo que más amo, me encantan los niños. No fui bendecida aún con la maternidad pero no fue por falta de intentos, siempre creí que Dios dispone y que las cosas suceden en el momento preciso. Si no llegaron hijos a mi vida por algo fue.

Tuve dos matrimonios fracasados. El primero con un doctor, Manuel Pérez. Nos conocimos cuando teníamos 15 años en una fiesta. Teníamos amigos en común y coincidimos en varias oportunidades distintas, él era muy atractivo cabello negro, ojos azules y un cuerpo bien tonificado de 1.90.

Comenzamos una relación a los 16 y fuimos muy rápido. Nos veíamos todos los días y cuando no estábamos juntos nos enviabamos mensajes. Nos queríamos pero estar tan unidos nos hizo apurar aún más las cosas.

A los 18 nos casamos y juramos amor eterno en una linda ceremonia civil. En lo que no coincidíamos era en la religión, por eso no tuvimos ceremonia religiosa.

El comienzo de la universidad nos separó, fuimos a diferentes sitios porque teníamos aspiraciones diferentes y comenzamos a vernos solo para dormir. El era muy inteligente y estaba adelantando su carrera para acabarla antes de tiempo y yo lo apoyaba.

El culminó sus estudios e hizo las prácticas que lo sacaron de casa aún más tiempo mientras yo seguía estudiando. Comenzamos a distanciarnos y tal vez por retenerlo conmigo decidí aceptar buscar un hijo, inconscientemente sabía que mi matrimonio estaba llegando al final pero no quería reconocerlo, ni el tampoco.

Nunca quedé embarazada y cada vez estuvimos menos veces juntos. Entendí que no era el momento, creí que más adelante llegaría pero eso no sucedió.

Nos alejamos más, seguí teniendo esperanzas hasta que faltando un mes para un nuevo aniversario el quiso que hablemos seriamente.

-Geri te quiero pero esto ya no está funcionando entre los dos. Conocí a alguien más y me enamoré- recuerdo que mi corazón se rompió ese mismo día

-Al menos me confiesas que me fuiste infiel, es mejor enterarme por ti- intenté mantener la compostura y no derrumbarme

-No te fui infiel, prefiero pedirte el divorcio antes de que cometa errores. Discúlpame pero no te amo- lo acepté con dignidad

Manuel empacó sus cosas, me dió un beso en la frente y se fue dejándome sola. Al menos no me había engañado y fue sincero al decirme la verdad.

Acabé mi carrera después y seguí adelante con mi sueño yo sola. Había perdido un matrimonio pero no podía tener todo en la vida.

En el primer colegio donde trabaje conocí a Francisco Sánchez, un profesor de música divorciado. Compartíamos muchos momentos enseñando y después llegaron las citas, seguido de eso el romance. La intimidad juntos no era de lo más satisfactoria pero aún así lo amaba. Comenzamos a vivir juntos y de a poco el hombre perfecto comenzó a cambiar y a tener actitudes chocantes y molestas, había veces dónde salía por horas y siempre con la misma excusa "salida de hombres".

Para él mi lugar era en casa, mientras que el estaba en la calle, ¿Que puedo decir sobre eso además de que era un infeliz? Hablamos seriamente porque yo desconfiaba sobre esos "hombres" y creía que detrás de eso había mujeres involucradas. Supo convencerme y su actitud mejoró. Me propuso casarnos y acepté con gusto por amor. Estaba consciente de que si el matrimonio no resultaba iría camino al divorcio antes de mis treinta por segunda vez.

Fuimos esposos por por unión civil. Por iglesia tenía mis serias dudas y el no era de lo más creyente así que la ceremonia religiosa no fue más que una idea que no se llevó a cabo, como en tantas parejas.

Apenas llegamos a los cuatro meses de matrimonio cuando la realidad explotó y sus mentiras quedaron al descubierto. Previamente a eso, mi esposo, se mostró servicial, cariñoso y me decía múltiples veces que los matrimonios que perduran son los que perdonan, hasta detallista había comenzado a ser.

-¿Hola? ¿Por qué tocas así?- al abrir la puerta ví a una mujer con su vientre poco abultado, creí que estaba en peligro

-¿Eres la esposa de Francisco Sánchez?- ella estaba molesta y yo comenzaba a sentir que lo que siguiera no iba a gustarme

-Lo soy- admiti con seriedad, no podía sonreír con semejante momento donde creía que todo estaba muy mal

-El es mi pareja, al menos lo era, me dejó cuando supo que estoy embarazada- no parecía mentir

-¿Puedes demostrar que no me mientes?- ella me dijo varias cosas específicas suyas, como una marca de nacimiento cerca de sus partes privadas pero eso no la ubicaba en su vida como "actual"

-Mira las fechas- ví varias que tenían la fecha de las salidas con sus amigos. Algunas fueron tomadas tarde en una cama, de modo que el se escapaba cuando yo dormía profundamente y después de hacer sus cosas volvía para fingir que no había salido, se había esforzado bastante para engañarme y eso había que reconocerlo

Lo corrí ese mismo día y todas sus pertenencias las dejé fuera, seguido a eso cambié todas las cerraduras. Contraté un abogado para que comenzara mi proceso de divorcio por segunda vez. Tenía todas las pruebas de infidelidad porque esa mujer me las dió y así fue más sencillo todo. Al cabo de poco más de un mes fui una mujer libre de nuevo, en cuanto a él... apareció otra mujer embarazada y ya no quise saber más sobre su vida porque no valía la pena.

Después de un tiempo que consideré prudencial me registré en una app de citas donde acabaría conociendo a alguien que volvería mi vida un infierno, así como también a mi salvador.

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