-Si necesitas hacer una pausa, respirar o algo puedes salir un momento.- me concede Rafael señalándome la entrada del comedor.
Tomo una respiración profunda contando hasta diez mentalmente mientras cierro los ojos. Al abrirlos Rafael me mira con curiosidad y sus ojos verdes parecen brillar mientras me analiza pero no dice nada. Verlo tan tranquilo me hace enojar, por lo que vuelvo a cerrar los ojos y aun sentada repito el proceso de respiración profunda por lo menos tres veces más.
-Ok… está bien… puedes seguir explicando.- le digo en medio de un suspiro a Rafael viéndolo tranquilamente después de calmarme.
-¿No vas a hacer un escándalo y preguntar miles de cosas hasta ser tremendamente molesta?-