Narra James.
Eran las 5 de la mañana y yo me encontraba corriendo en un parque que queda un poco cerca de mi casa, por la hora, considero que ya es momento de volver a casa, debo estar a las 6 en mi empresa, tenemos solo 40 minutos para estar listos.
Llegue a mi empresa y como todas las mañanas veo empleados corriendo de un lado a otro, a veces quisiera entenderlos pero no es para nada dificil ponerse a hacer bien su trabajo y a sus horas.
- Parecen niños. - Suelto al aire mientras entro a mi oficina.
Al entrar me percato de que mi secretaria Leila no se encuentra aqui, ya la vez pasada llego tarde y le llame la atencion, claramente le adverti que si volvia a llegar tarde estaria despedida, asi que hoy se quedara sin trabajo, creo que es justo. ¿Cierto?
Tomo el celular de la oficina para llamar a otra secretaria.
- Señorita Vanessa, digale a la señorita Leila en cuanto llegue que la estoy esperando en mi oficina, tengo un anuncio importante para ella y no es aumento de sueldo.
- Buenos dias señor Brook, se lo dire en cuanto llegue.
Termino la llamada con una sonrisa en los labios y comienzo a firmar algunos documentos que llegaron ayer. Me encontraba por terminar cuando alguien toca la puerta de mi oficina.
-Adelante. - Digo y ya me imagino quien es la afortunada en venir.
- Buenos dias señor Brook, queria verme. - Dice Leila con su mirada clavada en el suelo.
- Asi es Leila, me parece que fui muy claro la otra vez que llego tarde, le dije que la despediria. Y usted sin problema se toma el lujo de volver a hacerlo.
- Señor Brook, yo no cuento con un auto para desplazarme, mi amiga Jenny si lo tiene, ella pasa por mi todas las mañanas para traerme pero a veces se le hace tarde, tiene muchas cosas en la cabeza.
- Bien, pues por mi, vaya y digale a su amiga Jenny que se haga un poco mas responsable, porque usted, acaba de perder su trabajo, el cual era responsabilidad de usted Leila, no de su amiga.
- Esta bien señor Brook, tiene razon. Gracias.
La veo darse la vuelta con algunas lagrimas en los ojos, sale de mi oficina y suspiro; realmente nadie la mando a llegar tarde, a mi no me interesa si tuvo la culpa su amiga o el perro de la vecina, la que trabajaba aqui era Leila y era su responsabilidad.
....
Llego a casa despues de un dia normal de trabajo, subo a mi habitacion y me despojo de mi usual traje, opto por darme una ducha para poder dormir bien.
....
Llego a mi oficina a mi hora normal, entro a mi oficina y para mi sorpresa hay una chica rubia sentada frente a mi escritorio, creo que por el momento no ha notado mi presencia porque no se ha movido ni un poco. Camino hacia mi asiento para poder ver su rostro, la observo y ella me mira un poco sorprendida pero lo controla de inmediato y se dispone a hablar sin titubear.
Espero que la obra este siendo de su agrado, disfruten la lectura.