Capitulo 23

Ya por fin llegamos a casa el camino fue bastante largo y Lara se durmió, a veces se levantaba espavientada diciendo tonterías las cuales no le preste atención.

Detengo el auto en el hotel y luego bajo para después ir a cargar el bulto de papa, (osea Lara) en la entrada saludo a la recepcionista y uno de los vigilantes me ayuda y presiona el botón del ascensor llegó a la habitación, mientras que ella suspira en mi cuello además su aliento apesta a licor.

La acuesto con cuidado en la cama y la arropó dejándola "dormida" cuándo voy a levantarme ella me detiene sosteniendo mi mano.

—A dónde vas miltoncito? vení y quédate con Migo.

—Lara déjame y te preparo un té de panela.

—No, no yo no quiero té, yo te quiero a ti, imagina tu y yo aquí metiditos bajo la misma sabana—se echa a reir y se levanta de la cama para acorralar mi cuello.

—Amor quédate dormida, estás muy ebria.

—¡No,y no que dormir ni que carajos! ven y abrázame o de no ya sabes... se lo digo a la postiza de Laura.

—Deja de amen
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