La noche había caído al llegar las ocho de la noche, cuando Hanako vio en claro la inflexible actitud de su hija.
Todo ocurrió después de ver que había llegado a casa, acompañada de ese…hombre.
Y maldita sea su suerte si no fuese en serio ahora, aunque en sus adentros, Hanako sentía que esto ya no era un berrinc