SILENCIO CULPOSO

CAPÍTULO 2

Aurora estaba muy nerviosa por esta situación, tenía miedo de lo que estaba haciendo su hermana que como siempre no pensaba en las consecuencias.

—¿Cómo te metiste con nuestro enemigo? Sabes que Romeo Ferrara a destruido a nuestra manada — La preocupación de Aurora era clara, no deseaba la tristeza de sus seres queridos ante tal decepción.

— Aurora, yo te prometo que voy a terminar con esta situación, el me ha hechizado pero si hablas solo causaras dolor no solo en papá si no en Victor — Florencia tenía una gran capacidad de manipular, de creer que podía manejar el mundo que la rodeaba solo con un chasquido.

Aurora pensaba en las palabras de su hermana, y es verdad que su padre jamas superaría este dolor.

— Acuéstate, después hablaremos de lo que sucedió — Aurora frunció el ceño y le pidió a su hermana que la dejara tranquila para meditar las cartas que tenía en su mano y que deberia usar.

Aurora se acostó esperando una respuesta no sin antes hacer una oración a la Diosa Luna para que le brindará el mejor camino, ella era una loba creyente a los preceptos que su padre le enseño desde niña y creía firmemente en la intervención de la diosa.

Victor entraba a la habitación

— Es a ti a quien amo — la beso.

Ella sonrió, mientras los besos de Victor bajaban por su cuerpo quitando cualquier rastro de ropa sobre su piel.

Aurora cayó sobre la cama sintiendo como Víctor, ese lobo que amaba desde niña bajaba con sus besos hasta su intimidad.

— También te amo Victor — ella tomó la cabeza de su lobo para darse cuenta que quién estaba allí era el rostro de Romeo.

Aurora despertó asustada de aquel sueño, sintiéndose sucia y culpable de pensar algo pecaminoso sobre su cabeza.

Tenía sus manos en medio de sus piernas, y una gira de sudor que bajaba por su frente, nunca había sentido un deseo semejante al que catálogo como malo desde el primer instante.

Y es que en su cabeza aún inocente la imagen de Romeo desnudo fue algo que se le marcó.

De otro lado en la manada Luna Azul, Le beta Darío, mejor amigo y aliado incondicional del Alfa, se acerca a su habitación con el desayuno de su amo.

— Dime qué anoche no te viste con la loba de los Alba — Darío sabía que esto podía ser el detonante para una guerra que no debió existir.

— Lo he pensado mucho, y creo que intentaré hacer una tregua con Victor y la pediré a ella como mi adote para cerrar el trato — Romeo tenía una sonrisa segura.

— No sabes nada de esa loba, ni siquiera sabes si es de alta aristrocia de la manada Alba — Darío dejo la charola a un lado para decirle a Romeo que debía reaccionar a esa obsesión.

— Por supuesto que no, jamás una loba de familia adinerada se hubiera arriesgado a lo que ella hizo — Responde Romeo con seguridad.

*****Hace Tres Meses*****

Florencia siempre había Sido la rebelde de la familia, pero era doble, delante de todos se mostraba como una Loba de sociedad, y a escondidas tenía una vida libertina.

Ese día sabía que se celebraba el cumpleaños del Alfa Romeo, y que esté estaba acostumbrado a hacer grandes fiestas.

Los mitos sobre Romeo y su crueldad lejos de parecerle miedosos, le excitaban, quería ver un Alfa que tomara las cosas en sus manos.

Ese día escapo y viajo hasta el límite de la otra manada con ayuda de su esclava Omega, se colocó un antifaz y se infiltró a la fiesta.

Romeo saludaba a todos los presentes y de inmediato quedó prendado de su belleza, Florencia atraía a cualquier lobo con su coquetería y su manera de mostrarse sensual.

El la tomó de la mano, sabía que no pertenecía a su manada y Florencia le confesó que era parte de los Alba sin más detalle.

— Digamos que los Alba son aburridos y los Luna Azul me dan mucha más felicidad de la que puedes imaginar — Florencia le dió un beso a Romeo en la boca.

Desde ese momento iniciaron un juego a escondidas, esto apasionó aún más a Romeo, la sensualidad de Florencia lo hizo una noche hacerla suya bajo la luz de la luna.

Florencia sabía que al entregarse al Alfa de los Luna Azul, estaba creando un destino que no podía mantener y que no deseaba.

Mientras que la manada Alba era delicada, pero llena de lujos, y de elegancia y distinciones, la manada Luna Azul era en sus palabras " Corriente" sin mayor riqueza que la de el trabajo de la tierra.

Ella solo veía a Romeo como ese lobo que le brindaba pasión y la sensación de Adrenalina de vivir un deseo prohibido.

Pero Romeo si pensaba en que los dos podían tener un futuro y estaba dispuesto a arriesgar lo que fuera necesario.

Los besos de aquella loba lo habían embrujado como en varias oportunidades se lo dijo Darío y Romeo están dispuesto a hacer una tregua con aquella manada enemiga.

*******

Florencia busca muy temprano a su hermana, sabe que Aurora es ese tipo de Loba que se rige por las leyes y que respeta las reglas más de lo debido.

— Por favor, te prometo que no lo volveré a ver — Florencia decía mentiras, estar con Romeo era una adicción.

Aurora la ignoro y se fue de inmediato al jardín a arreglar las flores que desde su madre había cuidado, un hermoso cultivo de violetas, allí estaba Victor, su amado lobo.

— Ya le informó a Florencia que estás aquí — Aurora agachó la mirada, o podía verlo a los ojos después de ese sueño y mucho menos al saber que su sentimiento era prohibido.

Victor la tomó de la mano y la llevo hasta una banca — Eres mi amiga, y quería pedirte perdón por no decirte antes de los sentimientos que tenía por tu hermana, pero pensé que sería una gran sorpresa de cumpleaños — El lobo nunca se dió cuenta de los sentimientos de aquella mujer de ojos brillantes.

— ¿La amas? No quiero que Florencia te haga sufrir, eres muy importante para mí y mi hermana es un alma libre — Aurora no sabía si debía decir la verdad pero sentía rabia al ver como su hermana engañaba a todos.

— La amo y se que le entregué mi corazón a la loba correcta, por años tenía miedo a salir lastimado pero ella me abrió los ojos al amor y quiero vivir esto — Victor tenía una gran sonrisa, la más rosagante que Aurora le conocía.

Ella lo tomo de las manos y le prometió que ella haría lo posible para que su felicidad se concretará.

Victor quería disculparse por quedarse con toda la atención el día de su cumpleaños 18, el día en que se convertia en una loba disponible para matrimonio.

— Le ordene a tu padre que hiciera una cena en tu honor mañana, quiero verte feliz con tu cumpleaños — Victor quería a Aurora pero no como ella hubiese deseado, estaba cegado por la pasión de una Loba que nunca lo miro.

Aurora solo lo abrazó, era la única manera que a partir de hoy tendría para demostrarle su amor.

Florencia muy nerviosa salió al jardín para distraer a Víctor con los preparativos del enlace para alejarlo de su hermana y de la verdad que tenía en sus labios.

En la noche...

Cómo era de costumbre, Florencia decidió ir para su encuentro con Romeo, pero Aurora llegó a su habitación.

— Me voy a quedar callada, solo por el bienestar de mi padre y de Victor, pero de mi mano cuenta que nunca veas a ese lobo — Aurora la miró con firmeza y la rabia acumulada.

— Voy a terminar mi relación con el, hoy hablaré de eso — Florencia quería seguir su camino pero Aurora le dió un fuerte empujón.

— Yo lo haré por ti — le quitó la capa que Florencia tenía en las manos y grito llamando a su padre.

—¿Porque gritas de esa manera absurda Aurora?— la recrimino el viejo lobo.

— Florencia no se siente bien, creo que deberías pedirle a la Nana o llamar al médico — Aurora dijo está mentira para evitar que su hermano saliera, y Florencia con rabia fingió que era verdad lo que su hermana decía.

Aurora se colocó la capa, decidió recordar el camino de la noche anterior y meterse en el bosque, ella le daría fin a esta situación.

Se detuvo en el árbol de la noche anterior intentando ver hacía donde podía seguir su camino y ver a Romeo, decirle que dejara en paz a su hermana.

— Mi amor — sintió que alguien la tomó muy

fuerte de los brazos.

Ella giro y recibió un beso en los labios de Romeo, el primer beso de toda su vida.

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