LA BODA

CAPITULO 4

Florencia lo beso, sabía que en sus manos y sus labios tenía la fuerza para que el calmara al animal que existía.

— Te lo quería decir, pero es algo que concreto mi padre, y no pude hacer nada — La loba sabía cómo dominar al Alfa, se volvía en un títere en sus manos.

— Nunca te vas a casar con el porque tú eres mía ¿Lo entiendes?— Romeo la tomó del cuello y la beso aún con más intensidad.

Los dos cayeron a la cama de la joven, era excitante la situación, ella amaba la manera brusca en la que él la domaba.

Sus manos recias, su manera de jalar su cabello, o de tomarla del cuello hasta quitarle la respiración, Florencia sabía que la pasión de Romeo nunca la tendría con Víctor.

Romeo amaba tener en sus manos a la flores delicada y rebelde, cuando estaba con ella olvidaba todo, inclusive que era la hija del lobo que le causó daño.

Ella cayó rendida en los brazos de Romeo, este quería cuestionar acerca de su relación con los Russo, pero entendió que ella y Aurora no sabían nada acerca de el pasado de la guerra entre manadas.

— Ven por mi el día de la boda, es el único día que estoy segura nadie, ni siquiera mi chismosa hermana va a intervenir, yo escaparé y te veré para irnos juntos — Florencia tomó una decisión apresurada.

Su plan era aprovechar que todos estarían distraídos el día de la boda para escapar y que Aurora no pudiera hacer nada.

Esa noche fue la respuesta que deseo para saber que camino deseaba, y la pasión por Romeo era lo que quería vivir.

Romeo sonrió, que ella una loba de poder y aristrocia lo quisiera dejar todo por el, inflaba su ego.

— Lo haré, te esperaré en el bosque y me enfrentare a todos por ti — Romeo la beso mientras los dos se quedaban dormidos.

Al alba el lobo escapo, Le contó a su amigo Dario lo que haría, pero este le reprochó, solo reactivaría la guerra que quedó pausada hace mucho.

— Solo estás dejándote llevar por el deseo que sientes por esa mujer, si no abres los ojos perderás todo — Darío estaba muy preocupado.

— Yo soy el Alfa y se lo que debo hacer, no te vuelvas a meter en mis decisiones, si tengo que irme a guerra por ella, lo haré — Romeo estaba seguro de lo que deseaba y necesitaba.

El día de la boda llegó.

Ines le entregó a Florencia un tesoro muy preciado para todos, incluyendo para Aurora, el vestido de novia que uso su madre.

Aurora sintió como una lágrima salía de su mejilla, siempre había querido casarse con Víctor usando ese vestido, pero ese sueño ahora era de su hermana.

Florencia sentía la presión encima, había tomado la decisión de escapar, pero dejar su vida de lujos era algo que no sabía si estaba dispuesta a hacer por amor.

Romeo la hacía feliz, le hacía sentir algo que nunca imagino, mientras que Victor solo era insípido como un dulce sin azúcar.

Sin embargo la respuesta llegó ese mismo día, Victor envío un hermoso regalo para su futura esposa.

Un hermoso collar de diamantes, era tan hermoso que deslumbraba con solo sacarlo de la caja 

— Este collar ha Sido parte de la familia de Victor y es la joya más costosa no solo de la manada Alba, si no de todas las manadas de la zona, es casi una fortuna en un cuello — Armando lo coloco en el cuello de su hija y le recordó lo orgulloso que lo hacía, además de enumerarle sus privilegios.

No solo tendría el poder de una de las manadas más fuertes como era Alba de luna, si no que le esperaba una vida llena de joyas, lujos y distinciones.

Florencia se cegó de avaricia mirándose en el espejo, se dió cuenta que ese era el futuro que necesitaba y que quería.

Decidió buscar a su hermana para pedirle ayuda — Romeo no quiere entender que no lo amo, que ahora mi corazón es de Victor, me amenazó y me dijo que vendría a matarlo el día de mi boda y tengo miedo —.

Florencia era una manipuladora experta, sabía lo que quería y como conseguirlo, Aurora sería su vehículo para salir ilesa de su promesa a Romeo.

— Yo te voy a ayudar, no se que haré pero no voy a permitir que les haga daño, eres mi hermana y te quiero — Aurora cree en las mentiras de Florencia, en sus lágrimas y evidente angustia.

Florencia sonríe logro manipular a su hermana, es lo que deseaba, ella se encargará de deshacerse de Romeo y ella se casara con Víctor, el lobo que el dará la vida que se merece.

Aurora decidió salir a buscar al lobo para pedirle que dejara en paz a su hermana, decidió contarle la situación a su Nana y tía Inés, para que le ayudará a hablar y entrar en razón a ese lobo arrogante.

Romeo se escondió cuando vio a las dos lobas, pensó que el plan seguía al pie de la letra y que si lo veía Aurora podía acusarlo y no dejar que se llevara Florencia.

— Por amor a Víctor soy capaz de ponerme enfrente de cualquier ataque y morir por el — Hablaba Aurora con Inés mientras se detenía en una piedra para respirar, toda esta situación la estaba llevando al borde del colapso.

— Deberías decir la verdad sobre la aventura de tu hermana, no es justo que Victor se case con ella en medio de esa mentira — Ines estaba decepcionada al ver la verdadera cara de su sobrina.

— No y te pido que no digas nada, Florencia me pidió ayuda para que ese lobo Romeo la dejé en paz, ella se dió cuenta que ama a Víctor y yo le prometí que cuidaría su Felicidad — Aurora le pidió a su Nana regresar a la boda, no había rastro de Romeo y lo mejor era apoyar a Florencia.

No sabía que Romeo había escuchado todo, le dió un golpe al árbol con el que se cubría, Florencia si se casaría, estaba jugando con él y demostraba que era como su padre.

Se llenó de rabia, su cabeza no pensaba con claridad, no iba a permitir que ella se burlara de el, era lo último que haría después de todo el daño que Armando Russo le había causado.

Florencia entra en medio de la manada de lobos que aplaude feliz, mientras toma la mano de su futuro esposo.

Victor sonríe, había deseado tanto tenerla en sus manos, que ella fuera solo suya y tener a la esposa más hermosa de la manada.

No se daba cuenta que a un par de pasos una loba tenía el sentimiento de amor más sincero que nadie nunca sentiría por el.

Aurora se limpiaba las lágrimas, todos creían que era por ver a su hermana mayor casarse pero había más dolor que el que ella podía procesar.

Uno de los ancianos de la manada, tomó un hilo rojo para unir a los dos lobos de las muñecas, está era la señal que desde ese momento estarían juntos por siempre por el bien de la manada y que significaba la unión de los dos.

— Esa loba es mía, ha Sido mi amante por meses — entra Romeo que está algo ebrio pues bebió de un sorbo de su cantina personal una gran cantidad de vodka.

Todos los lobos abren los ojos, nadie puede creer que el Alfa de Luna azul este aquí y que esté acusando a una de sus lobas de una traición y pecado semejante.

— Vete de aquí, no eres bienvenido y no vamos a creer en tus palabras — Victor le pide a los guardias que lo saquen de sus territorios.

—¡No me voy de aquí sin mi loba!¡Me pertenece!— grita Romeo.

—¿De quién hablas de esa manera?— pregunta Victor qué saca su arma para atacar a Romeo de ser necesario.

— De mi — Aurora se culpa de inmediato al ver los ojos de su hermana que le suplica ayuda — Yo soy amante de Romeo —.

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