—E...Ethan... Ahh —jadeó cuando él mordió justo debajo de su clavícula y luego mordisqueó y chupó en el mismo lugar—. ¿Q...qué te ha pasado? No soy tu comida —se quejó. Estaba mordiendo por todas partes.
Su mano descendió lentamente hasta su muslo y pierna antes de retirarse, arrodillándose entre sus piernas. Ella ni siquiera se dio cuenta cuando él cambió su posición a esa.
Él levantó su pierna hasta su hombro mientras el pijama suelto se deslizaba hasta su muslo dejando al descubierto su suave y cremosa piel. Sus ojos se abrieron hasta el tamaño de platos cuando él besó su tobillo y dejó un rastro de besos suaves hasta sus pantorrillas.
Ella inhaló bruscamente cuando él le mordió la pierna y mordisqueó la piel.
—Quiero comerte —gruñó, haciendo que su cuerpo temblara en respuesta.
—Ethan —respiró mientras él bajaba y mordisqueaba la parte interna de su muslo. Las chispas eran enloquecedoras por todas partes que tocaba.
Estaba perdiendo la cabeza. Su cuerpo estaba teniendo mente propi