En un breve descanso en su trabajo de la tarde y mientras devoraba un sándwich, Alanna se enteró por el noticiero del asalto a Kurt y de inmediato lo llamó preocupada:
–¿Estás bien?
–Sí, sí, tranquila, el automóvil está blindado y me protegió.
–¿Crees prudente salir