9 de abril de 2021
James
El aire estaba pesado. Había algo en mí que me oprimía el pecho, como si todo el mundo estuviera respirando más despacio, como si todo estuviera esperando algo, esperando el desenlace. La luz del atardecer caía débilmente sobre la mesa, pero ni siquiera eso me tranquilizaba. Claire estaba sentada frente a mí, mirándome como si pudiera ver más allá de lo que mis ojos mostraban. Quizá lo hacía. Quizá podía ver mi miedo.
—James... —su voz quebró el silencio, una pausa tensa flotando entre nosotros. Su mirada era suave, pero no había dulzura en ella. Solo preocupación, y ese tono que ella usaba cuando sabía que algo no estaba bien, cuando sabía que yo no estaba bien.
A pesar del poco tiempo que ha compartido con Giselle, ella la ama de corazón y la idea de llegar a perder a su hermana la vuelve loca.
—¿Qué pasa? —preguntó, pero en su tono había más que solo curiosidad. Había una necesidad, un anhelo por entender lo que me estaba desgarrando por dentro.
Tomé aire,