Chad asintió. "Ya conoces el temperamento del señor Foster. No teme que Avery se entere".

…

El feliz día había pasado en un abrir y cerrar de ojos.

Al anochecer, Elliot planeaba invitar a todos a cenar.

Layla había disfrutado de su tiempo en el parque durante el día. Se lo había pasado en grande y, al mismo tiempo, se moría de hambre.

Por eso no tuvo ninguna objeción a la invitación de Elliot a cenar.

En ese momento, el teléfono de Mike sonó.

Mike sacó su teléfono del bolsillo. Cuando vio el número, hizo una señal de "silencio" con el dedo índice. "Es Avery. Todo el mundo, silencio".

Respondió al teléfono en cuanto vio a todos asentir. "Hola, Avery. ¿Intentabas hacer una videollamada con Layla? Estamos afuera. Cuando lleguemos a casa, te llamaremos, ¿de acuerdo?".

"Estoy de vuelta en el estado y estoy en casa ahora". La voz de Avery era lenta y firme, nunca insistente. "Trae a Layla de vuelta, ¿quieres?".

Mike se quedó atónito ante la petición. Antes de que le diera tiempo a