"¿De verdad es tan grave?", preguntó Hayden.

"El peso de tu hijo se ha disparado, y a tu padre le encanta cargarlo. ¿Cómo no le van a doler los brazos?", dijo Avery.

"Déjalo descansar un rato, y no le dejes cargar al bebé por ahora".

"No puede evitarlo. Es culpa suya que a tu hijo le guste que lo tenga la gente en brazos y que lo lleven de un lado para otro. Llora en cuanto lo acuestas y, a veces, llora incluso cuando está en brazos sin moverse. He tenido muchos hijos y ninguno era así. Todo es culpa de tu padre", se quejó Avery.

Elliot se quedó sentado sorbiendo su té y no se atrevió a decir palabra alguna, ya que nunca había esperado que Aiden creciera tan consentido.

Había ayudado a cuidar de Robert antes, y Robert no había sido para nada así.

"¡Bua, bua!". Aiden empezó a llorar porque Hayden estaba sentado en el sofá sin moverse mientras lo abrazaba.

Hayden dejó inmediatamente a un lado el teléfono y se levantó con el pequeño bribón en brazos.

En cuanto se levantó, Aiden d