"Hayden, tengo que admitir que eres mejor que yo". Usando la leche como sustituto del vino, Elliot chocó su copa contra la de Hayden.
Avery sabía que Hayden era débil a los cumplidos. Si Elliot se hacía el sumiso y colmaba a Hayden de cumplidos, Hayden ya no podría reaccionar a la defensiva.
"Tú eres tú, y yo soy yo. No tenemos que competir el uno con el otro". Hayden solía fijarse en quién era el mejor de los dos, pero como ya tenía sus propios sueños y metas, ya no le importaba.
"Tienes razón, Hayden. No importa quién es mejor. Estoy orgullosa de los dos", dijo Avery y fue alcanzar su vaso de leche cuando su teléfono empezó a sonar.
Era una llamada de Mike, y ya podía adivinar lo que iba a decir.
Tras ser acosado por Chad y Ben en las redes sociales, sin duda llamaría a Avery para que se pusiera de su parte.
Avery tomó un sorbo de leche y contestó la llamada.
"Avery, ¿Hayden y Elliot hicieron las paces?", preguntó Mike con incredulidad.
"Sí. ¿Quieres verlo por ti mismo?".
"¿