Todas las miradas se posaron al instante en Simón.
Froilán miró a Simón y sonrió con agrado: —Finalmente nos conocemos, dicen que eres el más fuerte.
—¿Enviaste a Basilio a Andalucía Dorada solo para buscarse a alguien fuerte? — preguntó algo inquieto Simón.
Froilán sonrió: —Fue para buscar a un luchador con buena gallardia.
—Pero ¿por qué? — preguntó Simón.
Froilán frunció el ceño: —En realidad no es por lo que piensas, quiero solo pedirte un gran favor.
—¿En qué te puedo ayudar? — Simón frunció el ceño.
Los practicantes a su alrededor estaban atónitos.
¿Qué quería decir Froilán con esto? ¿Acaso ya no quería lavar la humillación de la comunidad de practicantes del Reino de Siam?
Froilán dijo: —Tú ya lo has hecho, solo quería encontrar a un luchador fuerte para darles una lección a los practicantes del Reino de Siam. En todos estos años se han vuelto demasiado arrogantes.
—¿Eso es todo? — Simón preguntó fríamente.
Froilán afirmó: —También quería encontrar un oponente. Estos años no he