El plan de Sophia era que su novio asumiera que estaba dormida cuando la viera acostada en la cama con los ojos cerrados y se fuera a su habitación, agradecía mentalmente Gabriela por haber reservado una suite doble a pesar de que una pareja no necesita dos habitaciones para dormir, menos una que esta conviviendo.
Pero su plan no había funcionado y las cosas se habían salido de control, no solo no se había ido sino que se había sentado en la cama y empezó a acariciarla mientras le explicaba porque le gustaba su cuerpo. Había soportado todo lo que le fue posible pero fue inevitable que escuchara sus gemidos, sus manos acariciando su vientre y escucharlo hablar sobre una vez que se había dado placer imaginando que era ella quien lo tocaba fue demasiado. Abrió los ojos u su mirada era oscura y brillante a la vez, deseosa pero anhelante
– Erick… – su nombre sonó