Los días pasaron más rápido de lo deseado por la pareja, tenían una rutina que les permitía quedarse en la cama disfrutando de la intimidad de la habitación, luego bajaban a la playa privada de la propiedad y almorzaban allí gracias a los empleados de la casa que les preparaban el lugar para hacerlo.

Por la tarde Erick obligaba a su mujer a recostarse una hora mientras él trabajaba en una sorpresa que se le había ocurrido mientras observaban el atardecer el primer día.

Luego de la pequeña siesta solían ir a recorrer los alrededores a pedido de Sophia que se negaba a permanecer encerrada y al final del día cenaban en algún pequeño emprendimiento local.

La pelirroja se sentía en un sueño, después de tanto tiempo con las preocupaciones atormentándola, esos días eran el merecido descanso que su cuerpo y mente necesitaban. Se sentía mucho más unida a su pareja debido a las extensas charlas que tenían, sentía que lo conocía completamente y estaba segura de amar cada part