Dante vio que ellos se retiraron y ahora miraba atentamente al rubio, quien se notaba divertido.
- ¿Sorprendido? – le pregunto Alessandro.
- Un poco, pero esto explica tu carácter ¿verdad? – dijo Dante buscando acomodarse en su asiento – y ahora entiendo porque los regalos – dijo mirando a Ricardo.
- Bueno los 3 sabemos que uno nunca es demasiado precavido en este mundo – indico Alessandro – aunque algunos parecen olvidarlo con tal de ganar una ridícula riña de ver quien da el mejor regalo – hablo mirando de forma acusatoria a su padre.
- ¿Qué? es mi nieta y deseo consentirla como se debe – se defendió Ricardo.
- Oye Alessandro y ¿ella ya lo sabe? – pregunto Dante.
- Hace un rato lo descubrió.
- ¿Dónde está ahora?
- Están durmiendo, ya que fue una mañana llena de emociones para ambas.
- Bien y ¿qué te dijo?
- Que tenía ganas de meterme un tiro en la cabeza.
- Jaja algo muy clásico de ella – indico divertido, pero en eso se puso serio y miro a ver a Ricardo - ¿y que pasara con mi famil