Capítulo 26: La posible verdad.
Ingresa Pierre, atormentado a su lujosa habitación y se tumba, inmediatamente en la cama, está a punto de colapsar mentalmente, tiene los nervios de punta, por lo que evidenció en Erick.
Rápidamente se levanta, quita su camina y se mira, al espejo musitando:
—Dios mío, no puede ser que Erick, tenga la misma marca que, caracteriza a la dinastía Pinott. Será él mi hijo, esta vez debo de actuar, con mucha cautela, para hallar una pronta respuesta—la dudas y la incertidumbre, lo acobijan intempestivamente.
Toma el teléfono y pide, un servicio especial de whisky a la habitación, ya que siente que lo precisa.
Por otra parte, llama a Dina de inmediato. Para que, lo ayude con lo que, tiene en mente:
—Querida, en treinta minutos nos vemos en el lobby.
—Perfecto—responde ella, acuciosamente y cuelgan la llamada.
Al cabo de unos minutos, llega el joven mozo con la bebida que ordenó, sin mesura coge la botella y se la empina. El chico, queda maravillado y le dice:
—Permítame y le sirvo señ