"Estoy segura de que Jim no tuvo la intención de hacerte esto. Por favor, no lo culpes".
Rosalyn le entregó el frasco de medicina que tenía en la mano a Sean y añadió: "Este analgésico es muy bueno; yo también lo consumo. Si te sigue doliendo después de que llegues a casa, deberías tomarte una cápsula".
Una oleada de calidez se extendió por el corazón de Sean al escuchar la voz suave y tierna de Rosalyn. Él hizo una pausa por un momento antes de agarrar el frasco. "Gracias… Gracias".
"Escuché que tu hermana y tú viven en una zona pobre de la ciudad". Charles dejó escapar un suspiro. "Si no te importa, estoy dispuesto a ayudarlos a encontrar un nuevo lugar donde vivir, y también puedo ayudarte a encontrar un nuevo trabajo".
"Después de todo, eres el hijo de Lucy, y sería una lástima que siguieras trabajando como un mecánico".
Por último, él añadió: "También supimos que tu hermana está enferma, así que si necesitas ayuda en el futuro, no dudes en acudir a nosotros".
La amable ofert