"Iré a abrir la puerta". Neil con el ceño fruncido, dejó el tenedor y la cuchara, su pequeño cuerpo bajó de un salto de la silla y se dirigió a la puerta.
"¿Quién es?".
"Soy yo", se escuchó la voz infantil de una niña al otro lado de la puerta. "¡Neil, soy yo, Nellie! He ido a casa de la madrina y me ha dicho que ustedes no volvieron anoche, así que vine para acá. ¡No esperaba encontrarte a ti y a Mami aquí! ¡Rápido, abre la puerta!".
Al oír la voz de su hermana, Neil se emocionó. Inmediatamente abrió la puerta y abrió los brazos. "¡Nellie!".
Al otro lado de la puerta estaban Nellie, vestida con su habitual vestido de princesa, y Lily.
Ella vio que su hermano abría los brazos en su dirección, pero no lo abrazó.
Ella olfateó. "¡Algo huele tan bien!".
La niña pasó junto a Neil y entró al apartamento. "¿Están desayunando? ¿Prepararon algo para mi?".
"No". Neil volvió a la mesa del comedor mientras se enfurruñaba y se sentaba para retomar su desayuno.
La niña se sentó de manera lam