Soltó la mano de Antonio de mala gana y les saludó:
—Tíos.
Abrió los ojos con la fingida alegría y les preguntó:
—¿Por qué estáis aquí?
—Están aquí para persuadir a Antonio de que se divorcie de mí. —le respondí.
Los ojos de Claudia se iluminaron.
—¿Antonio está realmente dispuesto a divorciarse?
—¿Cómo? ¿Estás feliz de que se divorcie? —dijo la madre de Antonio disgustada.
—Tía, por supuesto que es bueno que se divorcie. ¿Aún no lo sabes? Antonio va a ser padre. Fui al hospital hoy para un chequeo y el médico dijo que ya tenía un mes de embarazo.
Estaba muy emocionada y habló incoherentemente. Tenía miedo de que los padres de Antonio no supieran que estaba embarazada.
Se puso la mano en el vientre con una expresión amorosa en su cara.
—Elena lleva siete años casada con Antonio y no ha dado a luz a un hijo o una hija para Antonio. De hecho, debe divorciarse para dar paso a mí y al niño que llevo en el vientre.
—Claudia, Elena es tu cuñada después de todo. Aún no han cancelado el matrim