"Esperemos que tenga algo de suerte", dijo el jefe de policía del distrito mientras Charles y Richard se despedían de él.
Habían ido a recabar información sobre los cargos de Gabriel, que estaban a la espera de ser atendidos. Los protocolos fueron más largos ya que se trataba de un caso internacional.
—¿Cuál es tu plan exactamente? —preguntó Richard a Charles, que miró pensativo hacia adelante mientras detenía sus pasos.
"Si Gabriel termina tras las rejas, Isabella ya no correrá peligro. Es tan simple como eso".
—Pero no olvides que cualquier cosa puede salir mal antes de que atrapen al señor Manifold —añadió Richard—.
"Sí..." El hombre alto respiró hondo y se metió las manos en los bolsillos. "Especialmente no tenemos idea de lo que está tramando mi madre. Si tan solo pudiera estar cuerda por una vez y ver lo feliz que estoy, no tendría que unirse a alguien como Manifold.
Richard no dijo nada en respuesta a la reflexión de su amigo. En cambio, una pequeña palmadita en sus anchos hom