Capítulo 2

Son casi las dos de la mañana cuando terminamos de trabajar, me iré a casa de Kate para hablarle sobre la propuesta de Connor, confío lo suficiente en ella para saber que no se lo dirá a nadie.

Uso la puerta trasera para salir junto a Kate y Natasha. Cuando llegamos a la calle, veo un auto lujoso detenido frente a la entrada del club, de donde se baja mi acosador personal.  

¿Me ha estado esperando hasta ahora?

El señor Brooks se acerca a mí y me ofrece llevarme a casa, sin importarle que Nat y Kate estén junto a mí. Las dos saben que estuve con él en la sala VIP más temprano, pero que ahora se ofrezca a llevarme a casa, dará pie a que piensen cualquier cosa.

—Gracias, pero no es necesario —le respondo forzando una sonrisa, esto no me gusta nada.

—Ven conmigo, Olivia —insiste en tono amable, usando mi nombre y tuteándome como no lo hizo cuando estábamos a solas.

—Ve, tonta —me anima Kate dándome un golpecito con el hombro. Le lanzo una mirada asesina y ella me guiña un ojo.

¡La quiero matar!

—Pues si ella no quiere, yo sí estoy muy dispuesta —le dice Nate, haciéndole ojitos sin siquiera inmutarse. Típico de ella, hace cualquier cosa por llamar la atención de los clientes, y más si son tan ricos como él.

El señor Brooks la ignora por completo e insiste con que sea yo quien me vaya con él. Y termino aceptando porque no puedo decirle lo que pienso con Nat presente.  

El trajeado sonríe y me quedo mirándolo como tarada. Tiene la sonrisa más sexy que he visto alguna vez. No pensé que pudiera verse más atractivo, pero ha demostrado que me equivoqué.

—Vamos —me invita haciendo un gesto con la cabeza y se adelanta al auto para abrirme la puerta del Bentley negro.

Nerviosa e insegura de si he tomado una buena decisión, entro al vehículo y me deslizo en el asiento. Él cierra la puerta, rodea el auto para subirse por el otro lado, y el chófer pone el vehículo en marcha enseguida.

Espero que no sea un proxeneta que quiere prostituirme. Puede pasar, no se imaginan las historias que he oído.

—No tenga miedo, está a salvo conmigo —señala notando mi tensión.  

¿He sido tan obvia?

Quiero creerle, pero, según mi experiencia, los hombres no son de fiar. Al menos Nat y Kate vieron que me fui con él, si desaparezco, tendrán con quién iniciar.

Siento su mirada sobre mí y me debato entre hablarle o esperar a que sea él quien lo haga. Dije que no me intimidaba, y aquí estoy, muerta de nervios y con ganas de salir corriendo como una niña asustada. Sigo sin creer que me haya propuesto matrimonio, es una completa locura que lo hiciera, sobretodo, sin conocerme más allá de las veces que le serví bebidas en el club.

—¿Qué debo hacer para que crea que conmigo no corre peligro? —pregunta de repente. Y, como la mujer educada que mi madre crio, volteo a mirarlo para responderle.

—Primero, no comportarse como un acosador —apunto incisiva.

—Lo siento, pero debía saber quién era usted antes de hacerle la propuesta —contesta con una disculpa en su mirada.

—¿Y qué me dice de quedarse esperando hasta que saliera? Me dio su tarjeta, le dije que lo pensaría…

—Por eso no voy a disculparme. No podía irme sabiendo dónde se está hospedando —me interrumpe frunciendo el ceño, haciendo que dos líneas aparezcan en su frente.

—¿Y a donde pretende que vaya entonces?, ¿a su casa? —Lo pregunto en tono irónico. Él sacude la cabeza con una sonrisa ladeada de lo más encantadora. Dios, ¿por qué tiene que ser tan atractivo?

—No, a un hotel, donde estará más cómoda —responde con expresión tranquila.

—¿Y gastar cientos de dólares solo por una noche? No, mejor use ese dinero para darle de comer a quien lo necesite o para otra cosa más importante. —Me niego al instante, sé muy bien que todo en la vida tiene un precio, que los hombres siempre tienen segundas intenciones.

—Dono millones de dólares al año para ayudar a otros, además, el hotel es mío, no gastaría nada. Por favor, permítame hacer esto por usted —insiste sin mostrar intención de rendirse. Los millonarios y su afán de controlarlo todo…

—¿Por qué quiere hacer esto por mí? Y dígame algo que me convenza porque lo que me dijo antes no lo ha conseguido —exijo exaltada. Tanto interés no puede ser casualidad.

El señor Brooks apoya la espalda en el asiento y suspira pasándose la mano derecha por el pelo, confirmando mis sospechas. Hay un motivo detrás de tanta “amabilidad”, uno muy personal y profundo del que no quiere hablar. Pero me mata la curiosidad, quiero saberlo, quiero que me lo cuente.

Él me mira y lo que veo en sus ojos me estremece el corazón, veo dolor y también culpa.

—Porque nadie lo hizo con mi madre —confiesa taciturno. Y siento un profundo deseo de intentar consolarlo de alguna manera.

—Me quedaré en su hotel —accedo sin necesidad de que diga más, me ha convencido. No estoy segura de cuál es la historia de su madre, y no necesito los detalles para saber que él ha sufrido mucho por ello—, pero debo ir antes por las cosas que dejé en el otro hotel.

—No es necesario, todo está en la maletera del auto.

—¿Qué? ¡No puede ser! ¡Usted es…! ¡Ahhhhh! ¿Con qué derecho se tomó esa atribución? —le pregunto indignada. Esto ha sido demasiado.

—Tenía que hacerlo, no iba a permitir que durmieras otra noche en ese lugar —señala con gesto adusto.

Me doy cuenta de que me ha tuteado de nuevo, pero yo seguiré hablándole de usted, es mejor mantener los límites.

—No, usted no tenía que hacer nada —siseo furiosa—. Detenga el auto, me quiero bajar.

—Tienes razón, me excedí. Pero no me arrepiento de hacer esto, esa lugar debería ser clausurado. De hecho, haré que lo cierren —asegura con cierta arrogancia.

—Está exagerando, no era tan malo.

—¿No? —pregunta abriendo mucho los ojos.

—Bueno, sí, era horrible. Pero era todo lo que podía pagar —adverso a la defensiva.

—Lo sé, por esa razón quiero que te quedes en mi hotel hasta que estés en una mejor situación…

—No, nada de eso —lo interrumpo de súbito—. Solo me quedaré esta noche porque ya es muy tarde, pero me iré en la mañana.

—Bien —articula frunciendo los labios. No está conforme con mi decisión, pero al menos no ha seguido insistiendo.

 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo