[ASIEL]
Llevo horas esperando a que ella salga de su habitación, no ha salido de allí para nada, ni siquiera para cenar y comienzo a preocuparme «¿Estará bien? ¿Se habrá desmayado?» no sé ni siquiera que pensar… sé que todo lo que le conté ha sido demasiado fuerte y que para nada justifica el hecho de que haya estado con Mireya, pero al menos ahora sabe la verdad.
Miro la hora y mi nivel de intranquilidad me lleva a pararme frente a su puerta una vez más, y en esta ocasión me atrevo a golpear a su puerta con fuerza —¡Alegra por favor ábreme!— Exclamo desesperado y es que a pesar de lo muy enojada que pueda estar conmigo, no puede preocuparme de esta manera, ella debe entender que necesito saber que esta bien, que nuestro hijo lo está.