“Tus bofetadas en la cara fueron más difíciles de soportar que tu padre amenazándome con las fotos mías en la cama con otro hombre. Después de que me abofeteaste dos veces quedé completamente decepcionada. Tessa, estoy más que decepcionada de ti. Te he mantenido durante veintidós años. Según el derecho civil, los padres tienen la obligación de mantener a sus hijos hasta que cumplan los dieciocho años. Ahora tienes veintidós años. He cumplido con mis obligaciones. En cuanto al apoyo financiero que se suponía me darías en el futuro, ¡te dejaré claro ahora que no lo necesito! Ya hemos roto todos los lazos y relaciones entre nosotras. ¡Te dejo claro que no necesito que me apoyes! Tu Tío Zayn, mi esposo, me convenció de que, pase lo que pase, aún eres mi hija biológica. Sin embargo, Tessa, a pesar de que fuiste al pueblo y descubriste todo acerca de tu padre, aun así, vienes a chantajearme a mí y a tu Tío Zayn. ¿Sabes que estás cometiendo un delito?”.

Tessa se quedó sin habla.

“Lo siento