—¿Es cierto que se casó con su amante? —Pero ¿qué demonios?, ¡apártense de mi camino!, ¡seguridad! —grité y de inmediato el equipo de seguridad me abre camino y no permiten la entrada de los reporteros al edificio.
—¿Por qué diablos permitieron que los reporteros acamparan en el estacionamiento?
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