Dando la vuelta, Liberty Hunt regresó a su oficina, mientras esta compañera todavía estaba charlando animadamente con los demás.
Liberty se dirigió directamente al escritorio de su compañera.
Fue entonces cuando ella se dio cuenta de que Liberty Hunt había regresado.
Resultaba bastante vergonzosa haber sido descubierta in fraganti cuando hablaba mal de los demás, y la chica se sintió desconcertada.
—¿Estás enamorada del señor Lewis?
Dijo Liberty, provocando que la chica se ruborizara al instante.
—No, para nada.
Negó la chica.
—Entonces, ¿por qué inventas rumores de que señor Lewis y yo tenemos algo secreto? Puedo percibir la envidia en tu tono. Estás secretamente enamorada del señor Lewis y por eso siempre estás actuando en mi contra.
—Me vale lo que piensen, pero por él ni fu ni fa. Estoy divorciada, mi ex se portó bien gacho y me puso el cuerno. ¿Por qué andaría con él? ¿Nada más por estar divorciada, ya me hacen la que le quiere quitar el marido a todo el mundo?
—El señor Lewis es