—Ten cuidado —Teresa aconsejó antes de ver a Ana marcharse en su coche.
Ana manejaba a altas horas de la noche, por lo que las calles estaban prácticamente vacías. Su velocidad era asombrosa.
...
Al llegar al hospital, Lucas se detuvo frente a la puerta de la habitación y vio a Paula caminando de un lado a otro con una expresión de angustia.
Al ver a Lucas, su rostro se llenó de remordimientos.
—Sr. Lucas, lo siento mucho. He intentado persuadir a la Señorita Silvia, pero parece que está muy a la defensiva conmigo y no quiere que me acerque.
Lucas observó la situación desde la puerta. Silvia parecía más calmada ahora, sentada en la cama, cubriéndose el rostro, y era incierto si estaba llorando o no.
Su semblante estaba fruncido.
—No es tu culpa.
Después de pensarlo un momento, Lucas le pidió a Paula que trajera al médico. Aunque había venido a ver a Silvia, su consuelo no era una cura para lo que la afligía; un sedante sería más efectivo.
Al ver que Lucas no la culpaba, Paula se sintió