Al llegar a la entrada de la escuela, ya había varios padres esperando a que sus hijos salieran de la escuela.
Pero tan pronto como Lucas y Ana aparecieron, atrajeron la atención de muchas personas.
Después de todo, sus rostros orientales eran poco comunes, y ambos eran atractivos, una combinación que resultaba muy agradable a la vista.
—Parece que eres bastante atractivo, ¿no?
Al ver a una mujer cuyos ojos estaban clavados en Lucas, Ana no pudo evitar burlarse.
—Sea atractivo o no, ya estoy comprometido. Lucas hizo una reverencia de caballero, comportándose como si estuviera escuchando órdenes de la reina.
Ana se rio por la acción de Lucas y no pudo evitar empujarlo ligeramente.
Mientras bromean, la campana del fin de las clases suena, y un grupo de niños sale corriendo alegremente.
Aunque estaba bastante lejos, Javier vio a Lucas y Ana esperándolo, y corrió emocionado hacia ellos, gritando:
—Mamá, y también...
Javier vaciló un momento, y finalmente, llamó a Lucas papá en voz baja.
De