Lucas, al ver a Ana desorientada y frustrada, decidió no insistir en que compartiera la cama con él y ordenó traer otra cama de acompañante.
Ana se sentía demasiado cansada, por lo que después de lavarse y asearse, se acostó en la cama sin mayor ceremonia y cerró los ojos para descansar. Sin embargo, la imagen del rostro angustiado de Lucío cuando se fue seguía rondándole en la mente, provocándole una sensación de tristeza y preocupación. Se preguntaba si las cosas hubieran sido diferentes si hubiera hablado antes de lo que había ocurrido en el pasado.
Si hubiera explicado antes lo que ocurrió en el pasado, quizás Lucío no habría sufrido tanto. Pero el tiempo no puede retroceder, lo único que puedo hacer es vivir el presente. Probablemente Lucío sufra durante un tiempo, pero cuando el tiempo borre todo y encuentre a la mujer de sus sueños para casarse y tener hijos, sus heridas sanarán rápidamente... Mientras Ana divagaba con estos pensamientos, finalmente se quedó dormida.
Lucas, en c