45. Soy el doctor Edward Maxwell.
El hijo de Christian arranco el auto sin dejar de tener la sonrisa en los labios, sin dejar de ver a la hermosa mujer a su lado y a la cual amaba con todo su corazón
— lo has dicho bien, es mi ex prometida, porque yo no pienso casarme con ella, no hay nada que pueda hacer que yo me ate a Eleonor.
Sin embargo, el cielo soleado improbable de Londres empezó a oscurecerse presagiando las tan normales tormentas; sin embargo, está en especial parecía ser una grande, tan grande que fuertes vientos empezaron a sentirse por toda la ciudad a pesar de los grandes edificios que había, aun así Jareth siguió conduciendo tomado de la mano de Claire hasta llegar al hospital.
— Por favor, no me vayas a dejar ir solo a hablar con el médico — le dijo a Claire, inclinándose hacia ella antes de salir del auto — odio los hospitales, sobre todo odio a los doctores y las inyecciones.
Ella suspiró y lo atrajo para besarlo, una última vez ese beso fue más suave y reposado.
Él correspondió a ese beso, con la