327. ¿Baile?
Jason
Necesitaba salir de esa habitación.
Antes de que mi lobo explotara. Antes de que mi cabeza simplemente no pudiera aguantar más.
Cada palabra... cada mirada... cada maldito recuerdo... me atravesaba como una cuchilla.
Sin decir nada, dejé la habitación. Mis pasos duros en el suelo frío, el pecho ardiendo.
La casa era un laberinto de poder. Y de historias que no me pertenecían.
Yo seguía por los pasillos como un animal acorralado, pero alerta. Cada fibra de mi cuerpo gritaba que no debía estar allí.
Cuando llegué al jardín, el aire frío golpeó mi rostro.
Respiré hondo. El olor de las flores y de la noche ayudó a aliviar la presión en mi pecho. Pero no por mucho tiempo.
Mi mente era un torbellino.
¿Era un Varkas? ¿Un Eclipse? ¿Un cazador? ¿Una maldición andante?
¿O simplemente un chico que ya no sabía quién era?
Todo gritaba dentro de mí.
Lo peor era su presencia, todavía en mi olor, todavía en mi piel. Mi lobo aullaba por volver, por verla, por entender.
Pero mi parte racional se