El lunes por la mañana estaba siendo relativamente tranquilo hasta que mi teléfono vibró con un mensaje de Zoey. Estaba revisando los reportes de ventas de la línea orgánica cuando vi su nombre aparecer en la pantalla.
"¿Adivina quién va a Londres pronto?"
Sonreí automáticamente. Zoey siempre tuvo el don de alegrarme el día con un mensaje simple.
"Hmm... déjame pensar... ¿El Papa? ¿Lady Gaga? ¿Alguna celebridad que debería conocer pero no conozco? O tal vez... no sé... ¿mi hermana favorita que tiene un bebé hermoso y que extraño muchísimo?"
La respuesta llegó casi inmediatamente:
"¡Jajajaja, graciosita! Gran reunión internacional de Bellucci. Christian espera cerrar contratos millonarios, yo espero beber mucho vino y pasear con mi hermana querida. ¡Prepárate!"
Mi corazón dio un salto. Zoey viniendo a Londres significaba no solo aliviar la nostalgia, sino también ver a Matteo en persona, ver cómo estaba manejando la maternidad, y tener a alguien de la familia cerca.
"¡Qué maravilla! ¿C