Narra Liam.
Katherine me esperaba en el sala cuando llegué a casa, luciendo a punto de estallar. Antes de que pudiera preguntarle qué pasaba, me mostró una prueba de embarazo, en su rostro se dibujó una gran sonrisa.
—Estás..
—¡Embarazada!—respondió, corrió hacia mí y se arrojó a mis brazos. Nos había llevado casi tres meses y había empezado a preocuparme, así que ahora se me quitó un peso de encima. Nos convertiríamos en una familia. No podía esperar más.
Me arrojó una imagen de ultrasonido. Eché un vistazo a la imagen en blanco y negro, pero no tenía ni idea de qué buscar. Había una gran forma redonda con dos formas más pequeñas.
—Entonces, ¿Todo está bien?—le pregunté algo preocupado.
—Todo esta estupendo—respond