Emma Leyton
No podía evitar estar nerviosa, luego de aceptar la propuesta de Maxwell de ir a su casa, así que subí a su auto con un poco de recelo.
—¿Me puedes llevar a mi apartamento para buscar algo de ropa y las cosas que voy a necesitar para pasar los días en tu casa? —le pregunté y él negó de manera enérgica.
—Lo siento, pero eso no me parece una buena idea, lo más probable que ese hombre al no encontrarte haya avisado a su jefe, y muy probablemente te estén buscando en tu casa o en la clínica, así que no es conveniente que te acerques por allí—, señaló serio y yo lo miré sorprendido.
—¡¿Me estás diciendo que ni siquiera podré ir al hospital a ver a mi padre?! —interrogué con incredulidad.
—Es por tu bien —respondió con firmeza.
—Pero necesitaba ir a darle la respuesta al médico, sobre la desconexión de mi padre —refuté su decisión, pero él negó de manera enérgica.
—Quizás esto sea una señal para que le des tiempo a tu padre de recuperarse, tú no sabes si logra despertar —señaló