Capitulo 60

Úrsula se pone nerviosa, Ariadna se lo quita de las manos mientras observa sus mejillas.

—Nada, Sebastián debe tomar este elixir, para crecer sano, se lo he dado desde que nació, que está loba quiera meterte ideas en la cabeza, no es mi problema —gruñe Úrsula visiblemente nerviosa.

—No quiero que le dé nada a mi hijo, además usted no está autorizada a estar cerca después de todas sus mentiras.

Bruno le exige a Úrsula que se vaya de la manada, Pero está pide piedad, no tiene a donde ir y lo único que quiere es poder seguir al lado de Aurora

—Yo no quiero que estés cerca de mi —Aurora se acerca a paso lento —Despues de todo el dolor que me has causado, no quiero tenerte a mi lado

—Tu no me puedes hacer eso, yo merezco estar a tu lado, trabaje toda mi vida por ti, me desgaste mis manos para llevarte a dónde estas.

Úrsula abre los ojos, ve a su hija llena de dolor, siente como todas las repudian

—¿Dónde estoy? Me convertiste en la Luna de una manada, a costa no solo de mi dol