—Para ti, un regalo.
Eran un matrimonio de conveniencia, sin más que un certificado de matrimonio que los unía.
Durante estos días juntos, siempre sintió que le debía algo a Fabiola.
Por eso, le compró un regalo.
Fabiola tomó el regalo con cuidado, lo abrió y quedó inmediatamente sorprendida.
Dentro de la caja yacía una pulsera de jade verde esmeralda.
La pulsera era translúcida en su totalidad, claramente de alta calidad, y al sostenerla en la mano, se sentía fresca y reconfortante.
Fabiola se enamoró de eso al instante, pero luego pensó en el precio...
Con dolor en el corazón, dijo: —Seguro que esto no es barato, deberías devolverlo.
—No es costoso— Benedicto le quitó la pulsera de jade de las manos a Fabiola de manera dominante y se la puso en la muñeca.
En el tiempo que Fabiola quedó atónita, la pulsera de jade se ajustó perfectamente en su muñeca.
Su muñeca ya era delicada y de piel clara, y con la pulsera, se veía aún más encantadora.
El corazón de Benedicto fue momentáneamente c