Tras permanecer un rato al aire libre, Jin Fengchen se calmó por completo antes de conducir de vuelta a la oficina.

Recibió una llamada telefónica de Jin Fengyao nada más sentarse, y el hombre gritó a todo pulmón al otro lado: "Hermano, me he enterado de que el resultado de la prueba ha llegado. ¿Es esa mujer realmente la madre de Xiaobao?".

La voz de Jin Fengchen era tan fría como el hielo. "No creas todo lo que te dicen".

Jin Fengyao se lamentó. "No quería hacerlo, pero mamá me lo dijo. Hermano, ¿es cierto?".

A Jin Fengchen le pareció que su hermano era muy molesto en ese momento, así que colgó con una cara inexpresiva.

Sin embargo, menos de media hora después, Jin Fengyao se presentó ante el despacho de Jin Fengchen.

"Hermano, tenemos que hablar", dijo Jin Fengyao con seriedad, y realmente parecía sincero.

Arrojando su bolígrafo y recostándose en su silla, Jin Fengchen dijo con indiferencia: "Dime".

En ese momento le rondaban tantas cosas por la cabeza que también necesitaba