Días después…
Alejandro había sido dado de alta, ya estaba recuperado a pesar de que el médico había recomendado que debía cuidarse en casa y cumplir con una dieta estricta. No podía recibir disgustos y tenía que tratar en la medida de lo posible de vivir el día a día en paz. Valentina había ido a buscarlo a la clínica, recogía sus cosas mientras él la observaba con ternura. No podía creer que a pesar de todo lo que había pasado, ella continuara apoyándolo.
— Gracias por venirme a buscar Valentina, la verdad es que después de lo que pasó pensé que yo no te importaba.
— No te equivoques Alejandro, vine a buscarte porque aún eres mi marido y tenía que pagar la cuenta de la clínica, además el médico me dijo que debes guardar reposo porque tu condición es delicada.
— Valentina por favor cariño, necesitamos hablar con más calma, espero que cuando lleguemos a casa podamos arreglar las cosas, somos una familia…
— Ya basta Alejandro, quiero dejarte muy en claro que efectiv