capitulo setenta y uno

Emily: Cariño dime qué vez acaso, soy fea?

Yusuf: No solo analizando tu hermoso cuerpo.

Emily: ¿Te gusta?

Yusuf: Me encanta mami, nos duchamos y claro hicimos el amor en el baño volviendolo nuestro secreto ya que en las mañanas tayyar deambula en los cuartos y pues se podría enterar, y eso sería un pecado para sus ojos.

Lo digo una vez y no lo volveré a decir, me enamore de Emily mucho, mucho, pueden venir muchas mujeres más hermosas pero no, esas no las quiero, quiero solo a ella, a mi diosa, ¿Quien dijo que un hombre mujeriego no podría cambiar? ¿Quién dijo que un narcotraficante no podría cambiar? Si se puede.

Antes lo único que estaba en mi mente tatuado era el no enamorarse de ninguna sólo follarmelas y basilarlas para luego tirarlas a la mierda, al igual que vender y vender droga al máximo, pero ya ese yusuf quedó en el pasado. luego de por fin tener a mi princesa entre mis brazos y amarla como a nadie.

Ya gracias a dios estuve viendo casas en Estambul bueno el país que casi me
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