Narrador.
Él la observó atento a todos sus gestos y movimientos, —Dímelo sin bajar tu rostro, al menos hazme creer por un momento que es cierto que quieres que me vaya—la volvió a retar, mientras la miraba entrecerrando los ojos.
—Eres un demente —, Karina se deshizo de su abrazo—, que no baje mi rostro, por favor, yo no le bajo el rostro a nadie, yo no me oculto como tú—, levantó el mentón y enderezó la espalda mostrándose firme y decidida.
Él sonrió irónico y le respondió—Creo que soy más sincero que cualquiera, estoy aquí porque te deseo —, Boris volvió a tomarla entre sus brazos—, porque te anhelo… —tomó su boca sin más dilación, b