A la mañana siguiente Agatha despertó y estaba sola en la habitación, se vistió y el ángel estaba mirando por el balcón en silencio, ella se acercó a él
Hola… - el se giró y le dio una sonrisa –
Hola, ¿dormiste bien?
Si, gracias, ¿quieres comer algo? Prepararé desayuno
Está bien, un trozo del kuchen de tu madre sería perfecto – Agatha le dio una sonrisa triste y fue a la cocina, preparó todo, sirvió y se sentó al lado del ángel, besó su mejilla –
Buen provecho – el ángel empezó a comer –
Tanto lo amas… - un silencio incómodo se generó, Agatha suspiró -
Lo amo con mi vida, podría reconocerlo entre miles iguales a él.
Lo sé, soy su copia exacta, aun así, supiste que no era él.
¿Porque estás aquí?, ¿te envió dios cierto?
Soy un instrumento para un gran propósito.
No eres solo eso. – Agatha tomó su mano - Eres más, como te llamas
No tengo nombre, solo me crearon para infiltrarme en tu circulo.
Adam, ¿te gusta? – el ángel miro a Agatha con una sonrisa –
Si, me gusta – Agatha se levantó y fu