El cuerpo de Eleonor se sentía relajado, pero anhelante, el recuerdo de las manos de Marko al recorrerla al completo atormentaban su mente, y lo único que podía desear era que el rey Alpha estuviera siendo torturado de la misma forma en la que ella.
— Mi reina. —suspiro ante el murmullo de Nicanor, ya había tratado de convencer a la familia de brujos que solo la llamara Eleonor, pero según ellos sería una gran ofensa hacer aquello.
— Señor Otto. — se limitó a susurrar, su cabeza ya no dolía, su cuerpo estaba tranquilo, aun así, se sentía agotada, con apenas fuerzas como para hablar.
— Permítame ayudarla mi reina. — se ofreció Nicanor, incluso teniendo a Iris cerca suyo, Eleonor estaba segura de que la joven omega no podía escuchar lo que el brujo le decía. — Su energía el día de hoy es casi mínima. — informo con voz más fuerte y con rostro preocupado y Eleonor se recordó como fue que ella busco descargar la energía de sobra que tenia luego del baile, tal vez lo mejor hubiera sido recu