81. Luna de Miel para tres.
Patrick sintió como la espalda de Alexa se tensaba, era claro que Charlotte tenía toda la intención de incomodar pero el no se lo iba a permitir.
— Creo que con el pasar de los años no has aprendido nada sobre la prudencia y de no opinar dónde nadie te llama.
— Pues cuando nos exponemos al escarnio público inevitablemente somos juzgados, por cierto, supe lo de tu padre para ser honesta no lo siento, tu era un hueso duro de roer.
— Si, supongo que hay personas como tú qué lo celebran pero mi padre era un hombre justo, así que al ver cómo te diriges a las personas es claro que no se equivocó.
La mujer apretó las manos a tal punto que los nudillos se pusieron blancos era una clara señal de frustración pero no estaba dispuesta a mostrarlo, — Hay mucho que desconoces querido Patrick, siempre fuiste una pieza que movían a su antojo pero al fin eres libre.
En ese momento se abrió la puerta del ascensor y Patrick vió su oportunidad de cortar aquella conversación absurda, — No sé de qué hablas