Angie es una joven que ha crecido en la opulencia y el éxito gracias a sus padres, Dylan y Jenny Hans, quienes son reconocidos empresarios. A pesar de tener una vida privilegiada, Angie siente que algo falta en su vida y decide seguir su verdadera pasión: la medicina. Abandona su vida de lujo para perseguir su vocación y se adentra en el mundo de los hospitales.
En el hospital, Angie conoce a Daniel, un hombre encantador y carismático que también trabaja en el mismo lugar. Entre ellos surge una conexión inmediata y Angie se enamora perdidamente de él. Planean casarse y construir una vida juntos, pero en el día de su boda, Daniel la deja plantada sin ninguna explicación. Este acto destroza el corazón de Angie y la deja con un futuro incierto.A pesar de la devastación, Angie continúa trabajando en el hospital, tratando de sanar sus heridas emocionales. Un día, un mafioso gravemente herido es llevado al hospital y Angie es asignada para atenderlo. A medida que cuida de él, experimenta emociones nuevas y desconocidas. A pesar de su peligrosa naturaleza, el mafioso despierta en Angie una pasión y una intensidad inexplicables. Se da cuenta de que lo que siente por él va más allá de una simple atracción física; es algo parecido al amor.Sin embargo, estar involucrada con alguien tan peligroso y lleno de secretos la llena de miedo y dudas. Angie se enfrenta a una difícil decisión: seguir adelante con una relación que podría poner en peligro su vida y su carrera, o alejarse y buscar una vida más segura y predecible. A lo largo de esta emocionante aventura, Angie descubrirá que el amor puede llegar de las formas más inesperadas y que sus sentimientos hacia el mafioso son mucho más profundos de lo que jamás imaginó.Angie se encuentra en un camino sinuoso lleno de riesgos, pero también de emociones y pasiones desbordantes. A medida que la historia avanza, se enfrenta a decisiones que desafían su ética y ponen a prueba su valentía. Descubre que el amor no siempre es fácil ni convencional, pero que las conexiones intensas pueden llevarla a descubrir aspectos ocultos de sí misma y a vivir una vida llena de pasión y emociones inimaginables.En última instancia, Angie aprenderá que el amor no siempre sigue un camino predecible y seguro. Encontrará la valentía dentro de ella misma para enfrentar las dificultades y luchar por lo que realmente desea. Descubrirá que la intensidad y la pasión pueden llevar a vivir una vida plena y satisfactoria, incluso si eso significa romper algunas reglas y desafiar las expectativas.En resumen, "Angie" es una historia de amor inesperado y arriesgado que lleva a la protagonista por un camino desconocido y emocionante. Muestra que el amor puede presentarse en las formas más sorprendentes y que las conexiones intensas pueden llevar a descubrir nuevos aspectos de uno mismo. La historia de Angie es un viaje de autodescubrimiento y valentía, en el que deberá enfrentarse a decisiones difíciles y desafiar las normas para alcanzar la verdadera felicidad.Mi nombre es Angie Hans, una joven de 25 años apasionada por la medicina. Siempre he admirado el amor y el compromiso de mis padres hacia mi educación y desarrollo profesional. Ellos han sido mi mayor apoyo desde que decidí encaminarme en esta carrera. Esta mañana, al despertar, los rayos del sol inundaron mi habitación. Desperté encandilada por la luz, pero no pude evitar sonreír. A pesar de lo desgastante que puede ser estudiar y trabajar al mismo tiempo, sé que cada esfuerzo vale la pena para lograr mis metas. Miré mi reflejo en el espejo del baño mientras salía de la ducha. Me veo hermosa, y no lo digo solo porque me lo han repetido mis padres, amigos y conocidos. Mi melena rojiza cae sobre mis hombros en suave cascada, y decido peinarla en una coleta alta para mantenerme cómoda durante mi jornada en el hospital. Me acomodo mi bata blanca impecablemente planchada y me encamino hacia mi amado lugar de trabajo.Mi vocación médica nació gracias a mi tío Maximiliano, un reconocido m
Después de mi “emocionante” conversación con Vanessa, regresé al hospital con una nueva determinación.El resto de mi día transcurrió sin contratiempos, atendiendo a mis pacientes con empatía y dedicación. A medida que iba finalizando mis consultas, no podía evitar sentir una ligera ansiedad por conocer a Daniel.Al día siguiente, Vanessa me informó el lugar y la hora en el área del hospital donde se daría la presentación de Daniel.Finalmente, llegó la hora de conocer al dichoso nuevo médico. Me dirigí al lugar donde Vanessa me había dicho que lo encontraría.Al llegar, vi a un hombre atractivo con una sonrisa amable y una bata blanca impecablemente planchada. Él me miró a pesar de la multitud y me acerque sigilosamente, cuando estuve frente a él extendió la mano para saludarme.—Hola, soy Daniel. ¿Tú debes ser Angie? Vanessa me ha hablado mucho de ti —dijo con un tono cálido y amigable.—Así es, mucho gusto, Daniel. Vanessa también me ha hablado de ti. Parece que tenemos mucho en co
El cambio de nuestros roles en el hospital se había convertido en algo inevitable. Daniel había sido ascendido a jefe de departamento y yo, me sentía emocionada y a la vez nerviosa por los desafíos que esto implicaría, ahora el sería mi jefe inmediato.Daniel y yo habíamos crecido juntos tanto en nuestra carrera como en nuestra amistad, y ahora teníamos la oportunidad de trabajar aún más estrechamente. Aunque confiaba en nuestras habilidades y en la forma en que trabajábamos juntos, sabía que el cargo de jefe de departamento traería nuevas responsabilidades y presiones.Una mañana, mientras organizaba mi escritorio, Daniel se acercó a mí con una sonrisa en el rostro y unos documentos en las manos.—¡Buenos días, Angie! Aquí están los nuevos protocolos y directrices a seguir para el departamento. Siento que trabajar juntos en esto será toda una aventura, pero estoy seguro de que lo haremos muy bien.Tomé los documentos y los hojeé, asintiendo con la cabeza.—Tienes razón, Daniel. Será
Comencé a reír un poco —Daniel, ¿qué fue eso? Esperaba un beso más apasionado.— El se me quedó viendo con confución.—¿En serio? Pensé que querías algo más suave y lento.Hablo sorprendido, si lo que yo quiero es que me den duro contra el muro. Jajaja.El tono juguetón de mi voz salió a relucir.—Bueno, supongo que los juegos previos vendrán después.—Definitivamente, Angie. No puedo esperar a explorar todas las facetas de nuestra relación.Daniel me acarició la mejilla y me dió un beso en la frente.Le guiñe un ojo y le dije: —¡Oh, sí! Será una aventura divertida, eso seguro.—Eres tan impredecible, Angie. Nunca sé qué esperar contigo.Aún continuaba acariciando mi mejilla y tratándome con tanta gentileza, siento que al final seré yo quien pervierta a este hombre.Comencé a reírme. —Bueno, eso es parte de mi encanto, ¿no crees? Seré una sorpresa constante en tu vida.—No podría pedir más. Eres única y estoy emocionado de descubrir todo lo que tienes guardado. —Creo que al final esta
Han pasado algunos días y no he sabido mucho de Daniel. Solo sé que se fue a una convención de doctores a Colombia con su equipo.Yo estaba incapacitada porque me enfermé de influenza y me dolía todo el cuerpo.Esperaba una llamada de él para saber cómo estaba, quizá estaba muy ocupado con la convención. Como jefe, debe resolver dudas que surjan en medio de la convención. Me siento sola, ni Vanessa me responde. Extraño mi trabajo, poder pasear por el hospital y correr detrás de mis pacientes.Llamé a mis padres, quienes se encontraban en su nueva luna de miel.Los adoro, adoro la felicidad que ellos transmiten. De cierta manera, los envidio. A pesar de que tengo una relación estable con Daniel, no me siento realmente completa. Quizá sea yo la que está mal, pero ¿no se supone que el amor es algo que te desarma y te arma en un instante?Mi madre me decía al teléfono: —Angie, cariño, entiendo que te sientas así, pero recuerda que el amor es diferente para cada persona. No todos experimen
El día de hoy decidí salir de fiesta con mi amiga Vanessa, ya que no teníamos que cubrir turno. Habíamos trabajado largas jornadas en los últimos días y necesitábamos diversión. Solo quería olvidarme del hospital, tuve una semana agotadora lidiando con pacientes ruidosos, y solo quería dejarme llevar por la noche, permitiendo que el ritmo me guiara.La discoteca a la que fuimos tenía varias pistas de baile, pero no tenía ganas de perderme en la locura, así que optamos por la pista más tranquila, donde sonaba "El Malo" de Aventura. Comencé a cantar un fragmento de la canción: "Él no entiende el procedimiento, cuándo y cómo darte un beso. Yo en cambio encuentro el punto débil que te eleva hasta el exceso. Ni siquiera se imagina de ese pacto misterioso, con tu alma y tu cerebro. Tendrías que volver a nacer para ver si en otra vida te enamoras de él. No tiene la táctica adecuada para arrancarme de tu pecho. Yo que te fallé a ti mil veces, sigo siendo tu dueño". Vanessa se unió a mi
Después de nuestra llamada erótica, me sentí emocionada y llena de amor por Daniel. Aunque estábamos separados físicamente, nuestra intimidad había trascendido las barreras de la distancia.Nos quedamos hablando suavemente durante un rato, compartiendo nuestros pensamientos y deseos más profundos. Fue un momento de conexión verdadera, donde nuestros corazones se abrieron el uno al otro.—Daniel, estuve pensando en algo mientras hablábamos —dije con timidez. —¿Te molestaría si Vanessa se queda en nuestra casa este fin de semana? Quisiera que pudiéramos pasar tiempo juntas como amigas y, además, ella también necesita un descanso del hospital.Hubo un breve silencio antes de que Daniel respondiera.—Claro, cariño, no hay problema. Si puedes invitarme al próximo viaje de chicas, estaré encantado de que pases tiempo con Vanessa. También necesito un poco de tiempo para mí mismo.Sonreí aliviada. Era bueno saber que Daniel entendía la importancia de las amistades y estaba dispuesto a apoyarm
Después de un momento de confusión y dolor, decidí que era hora de enfrentar a Daniel y aclarar las cosas. Tomé mi teléfono y me levanté de la mesa, decidida a encontrarlo y hablar con él.Caminé hacia la terraza del restaurante y, entre las mesas llenas de gente, vi a Daniel y a aquella mujer riendo. Mi corazón se aceleró y, con cada paso que daba, sentía que mi valentía se convertía en una fuerza imparable.Finalmente, llegué frente a ellos, con la mirada decidida y los ojos llenos de determinación. Daniel notó mi presencia y su rostro cambió de sorpresa a preocupación.—Daniel, necesitamos hablar —dije con una mezcla de firmeza y vulnerabilidad en mi voz.La mujer que lo acompañaba me miró y, notando la tensión en el ambiente, decidió alejarse discretamente.—¿Qué sucede, Angie? —preguntó Daniel, su voz llena de preocupación—. ¿Estás bien?Respiré hondo, tratando de controlar mis emociones antes de hablar.—Vi que estabas hablando con esa mujer y automáticamente dejé que el dolor y