Capítulo 180
El corazón de Victoria y Grace se hizo añicos.
Por fin comprendieron cómo Leivy había logrado montar ese espectáculo repugnante de vender a su propia hija. Ahora estaba claro: no sentía ningún afecto por Amaloa, pues no era su hija biológica.
No era de extrañar que los Evans no le hubieran dado ningún regalo de boda a Amaloa hacía tantos años. Los Brown siempre habían estado confundidos sobre por qué los Evans no se sentían culpables por haber perdido a Amaloa durante diez años. — «Mi pobre Ángel».
Grace acercó a Amaloa con aún más compasión.
Grace también sintió una punzada de culpa. Cuando Emma acudió a ellos entre lágrimas hacía tantos años, siempre habían creído que Amaloa era su hija. Después de todo, la habían visto perder a Amaloa.
No se habían dado cuenta de cómo las cosas podían salir tan mal en tan solo esos minutos. Pensaron que deberían haberle hecho una prueba adecuada para evitarle a Amaloa todos esos años de tormento.
Al ver la angustia de Grace, Amaloa la