Capítulo 148
La expresión de Amaloa se volvió sombría.
—"No tengo nada que decirte."
Después de eso se giró para irse.
Cuando llegó al vestíbulo, se dio cuenta de que la puerta estaba cerrada. Intentó abrirla, pero estaba cerrada desde afuera.
En ese momento, no solo una mirada fría cruzó su rostro, sino que incluso su corazón se volvió helado.
Ella se giró para mirar a Elizabet.
—"¿Estás segura que quieres hacer esto?"
La calma en los ojos de Amaloa hizo que Elizabeth la odiara aún más. Elizabeth se preguntó de dónde Amaloa había sacado el coraje para mantenerse tan intrépida.
En lugar de responder la pregunta de Amaloa, Elizabeth sacó algunos documentos.
—"Siéntate. Hablemos."
Elizabeth intentó lo mejor que pudo para sonar tranquila a pesar de las emociones que se arremolinaban en su interior.
Los labios de Amaloa se apretaron fuertemente mientras un brillo frío cruzaba sus ojos.
Elizabeth no pudo evitar su mirada opresiva en un momento dado. Sin embargo, se esforzó por sostenerla.