Brandon estaba sorprendido por lo que decía Alexandra, por mucho tiempo, cuando se sentía solo, o el pasado amenazaba su presente, acudía a chicas para que le hicieran olvidar el dolor, tenía sexo con ellas, saciaba sus deseos carnales pero al final, cuando se marchaban y les pagaba, el vacío seguía en su interior, pero con Alex no pasaba lo mismo, ella con unas cuantas palabras hacía que su dolor se desvaneciera poco a poco, entonces sintió el impulso de fundirse con ella, la tomó del brazo y la estrechó contra su cuerpo.
—¿Qué haces? —musitó Alex mirándolo a los ojos.
—Te necesito...Alexandra.
Alex se había puesto en defensa pero al verlo tan caído, supo q